Por: José Luis Apodaca.
El principal objetivo de LFC es suministrar electricidad a más de 6 millones de usuarios. Todos los sistemas eléctricos en el mundo enfrentan el reto de, producir la electricidad mediante plantas generadoras; transmitir la energía por un sistema de potencia con subestaciones y líneas de alta y media tensión; y distribuirla con una red capaz de entregar la electricidad en diferentes cantidades, desde el hogar más modesto hasta las empresas más grandes. Para recuperar los recursos que demandan los sistemas de generación – transmisión – distribución, es necesario medir la energía proporcionada, facturarla y cobrarla.
El sistema de LFC ha sido desarrollado durante muchas décadas, y para lograrlo han concurrido conocimientos muy calificados de su personal; que ha efectuado constantemente las funciones de planear, construir, operar y mantener, fundamentalmente enfocadas a los procesos de transmisión y distribución de la energía.
Desde hace 40 años el gobierno federal, en su intención de lograr una sola empresa nacional, decidió que LFC no generaría electricidad, lo cual ha incrementado radicalmente sus costos. Solamente la CFE se dedicaría a esta función (aunque en los últimos 10 años claudicó de este compromiso constitucional, porque ha permitido que empresas extranjeras produzcan un 40% de la energía total que se consume en México, provocando dependencia energética y un encarecimiento injustificado del suministro). Con esta política, además se propició una debilidad sustancial del sistema central de LFC, porque recibe la mayor parte de la energía que consume desde plantas muy alejadas.
Es necesario admitir que LFC ha integrado un sistema eléctrico muy confiable, que dispone de miles de kilómetros de líneas, cientos de subestaciones, cientos de miles de transformadores de distribución, y millones de postes. De no contar con este sistema robusto, el gobierno federal no hubiese podido decretar de manera un tanto aventurada, la desaparición de esta empresa; y para CFE sería imposible manejar este sistema por un lapso corto, con pocos trabajadores. Lo más contradictorio es que el gobierno argumente que su decisión está fundamentada en que LFC no cumplía con su cometido principal, lo cual es muy discutible, porque la energía se ha suministrado durante más de medio siglo, sin interrupción.
El gobierno federal también argumenta que decidió desaparecer a LFC, porque tuvo un déficit de 40 miles de millones de pesos (MMP) en el año 2008. Cabe preguntarse de dónde surgió ese déficit, y en este sentido se puede mencionar lo siguiente: • La CFE le vendió a $1.20 /KWH un bloque de 44 TWH, siendo que aquella paraestatal la compró a las empresas productoras extranjeras en $0.80/KWH. Esta especulación significó para LFC pagar un sobreprecio por 18 MMP. • En la ciudad de México existen varios miles de empresas en media tensión que se roban la energía, contratando personas para que alteren los medidores de electricidad. Con esta acción ilícita LFC dejó de percibir el año pasado 11 MMP. • A los más de 20,000 trabajadores jubilados que tiene LFC, se les pagaron en el 2008 cerca de 10 MMP. El gobierno federal nunca quiso asimilar estos pasivos, sino hasta ahora que decretó la desaparición de esta empresa.
La suma de estos tres conceptos resulta en 39 MMP, que es similar al déficit de LFC. Habría que precisar quién es responsable de los sobrecostos en estos tres conceptos, y por tanto: ¿Será legal el argumento del gobierno federal para extinguir a LFC?
Existen más contradicciones en el decreto, porque la Secretaria de Energía informó recientemente que los pasivos laborales de los más de 40,000 trabajadores activos de LFC ascienden a 80 miles de millones de pesos (MMP). Sin embargo, pretenden indemnizarlos con 20 MMP: ¿Estarán actuando conforme a derecho, pagando solamente la cuarta parte de lo que correspondería?
Otro aspecto muy importante es que la plantilla laboral de LFC, tiene casi 15,000 trabajadores que se dedican a construir, redes de distribución, líneas, y subestaciones; los nuevos desarrollos urbanos cubren sus gastos de mano de obra. ¿A quién le transferirá el gobierno federal este tan importante negocio? Cabe señalar que en la CFE las subestaciones y líneas son obras financiadas a través de un sistema de reciente creación, llamado Proyectos de Inversión Diferidos en el Registro del Gasto, pidiregas, que ejecutan las trasnacionales; y las redes de distribución son construidas por empresas particulares que son contratadas por los propios fraccionadores.
El gobierno federal ha referenciado a la CFE como el modelo a seguir para sustituir a LFC, y en muchos aspectos es válido. Sin embargo, también la CFE tiene pérdidas no técnicas (robos de energía) que implican otros 11 MMP por año. Es pertinente mencionar que durante muchos años en Acapulco Guerrero los robos de energía en la zona hotelera han sido proporcionalmente más altos que en LFC.
Es necesario reconocer que el sindicato de LFC, con su paternalismo ha propiciado ineficiencias, exceso de personal y corrupción; pero ese paternalismo ha sido tolerado por muchos años, por la administración de la empresa y el gobierno federal. Cabe mencionar en particular la crisis de sus áreas comerciales; tienen múltiples deficiencias en la toma de lecturas, facturación y cobranza, lo que determina baja recaudación y pésima atención al público; el sindicato se ha negado a aceptar nuevas opciones tecnológicas para mejorar esta situación y proporcionar mejor calidad de servicio. Este es el problema real que exige solución en LFC.
En resumen hay motivos para pensar que quienes decidieron desaparecer a LFC, no plantearon con acierto al gobierno federal el problema que pretenden resolver, y por tanto la solución que ofrecen no es congruente. Los argumentos que presentan no soportarían un análisis serio en El Congreso, ni tampoco una posible controversia constitucional. Nuestro México enfrenta una crisis económica que amenaza llevar el desempleo a grados nunca antes vistos. ¿Por qué sobredimensionar la problemática de LFC?
¿Y le costará realmente al gobierno federal (o sea a los mexicanos), 20 MMP desaparecer a LFC?
*Ing. José Luis Apodaca Villarreal, Ingeniero Mecánico Electricista egresado de la UANL y con Maestría en Administración para la Calidad de la UDEM. Jubilado como Gerente General Divisional de Comisión Federal de Electricidad, después de laborar 32 años en diferentes áreas de esta empresa. Actualmente es maestro universitario, consultor en las áreas de calidad y ahorro de energía, y analista en aspectos nacionales de energéticos.