El documento de diagnóstico sobre PEMEX, que presentaron el pasado domingo 30 de marzo, la secretaria de energía, Georgina Kessel y el director de PEMEX, Jesús Reyes Heroles, y al que nos referimos en nuestro Editorial del lunes pasado, ha sido calificado por muchos, incluidos nosotros, además de escandaloso y estridente, como una verdadera propuesta de reforma de la legislación en materia petrolera, tímida, disfrazada de evaluación neutral, pero con mensaje de digan ustedes primero.
Pareciera que el gobierno federal no sabe de la trascendencia de reformar la Constitución, o piensan sus funcionarios, que todo es un mero trámite, para lo cual, solo se requiere conseguir un número suficiente de parlamentarios que voten a favor de recortarle pretensiones de soberanía a nuestras leyes fundamentales.
La movida, en términos ajedrecísticos, no abona en el camino del entendimiento y la discusión abierta que los ciudadanos podemos y debemos tener en el espacio público; más bien parece, una nota anónima más; otro bebé sin padres abandonado a la puerta de almas caritativas, ello a pesar de que al día siguiente, el presidente Calderón, dijera claramente que se requiere reformar la Constitución para salvar a PEMEX de la catástrofe.
Para no opinar de manera prejuiciosa, y mientras en el Observatorio Ciudadano de la Energía, AC, elaboramos nuestras propias opiniones y propuestas, ponemos a la disposición de nuestros lectores, el documento de 130 páginas, que la propia secretaría publicó en su portal.
Agradeceremos que nos envíen sus opiniones y comentarios, a través de la sección Pregunta a los expertos, de este portal.