La escasez de gasolina que se está presentando en este fin de año, va en el mismo sentido de toda la política de Peña Nieto, o sea, la de transferir la riqueza petrolera de México, a manos privadas.
Primero vinieron las reformas a la Constitución, avaladas por el infame Pacto por México, que Peña organizó con el aval del PAN y del PRD.
Después hemos visto como, Peña Nieto y su gabinete, han saboteado a Pemex, para que baje su producción. Todos los rubros de producción de Pemex, vienen a la baja: Petróleo crudo; otros líquidos del petróleo; gas natural; productos refinados, gasolina y diésel, entre ellos. Toda la producción a la baja.
De años atrás, hace varios sexenios, los gobiernos federales iniciaron la política criminal de importar gasolina, en lugar de producirla acá y ahora, también empezaron a concesionar a privados las estaciones de servicio, las gasolineras, que sin embargo, operaban aun con los emblemas de Pemex.
Con la reforma, se va abrir por completo el menudeo de gasolina y diésel, además de que, ya podrá haber emblemas y logotipos de cualquier empresa. En estas semanas, se ha venido anunciando que los precios dejarán de ser fijados por la secretaría de hacienda, lo que seguramente significará, aumentos indiscriminados de precios. El colmo de los ataques a la ciudadanía viene a ser en estos días de fin de año 2016, el hecho inocultable de la escasez. Cualquiera de las causas posibles de esta escasez es del mismo tipo:
- Escasez por fallas de transporte de la gasolina importada
- Caída de producción en Pemex
- Especulación de empresarios y complacencia oficial.
En todos sentidos se ve la intención de privatizar; de transferir ingresos fiscales a manos privadas; de especular para justificar aumentos de precios. Todo en detrimento de la economía popular.
El mensaje de empresarios y de Peña Nieto es claro y fuerte.
A todos los mexicanos que han sido incapaces de detener el atraco:
¡Ahí tienen su navidad!