¿A quién beneficia?
A finales del término presidencial de Vicente Fox, su equipo de colaboradores trajo a la mesa un ambicioso proyecto: promover la construcción de una refinería en el istmo centroamericano. Esta idea, aun cuando podría ser parte del vacuo Plan Puebla Panamá PPP, que con tanta insistencia anunció Fox desde el inicio de su gestión, en realidad tiene vida propia. Sin embargo, nada hay de planeación en dicho Plan, como no la hay en la refinería, una pequeña prueba lo es la cantidad de petróleo que Fox se comprometía a que PEMEX vendiera a la nueva planta de refinación; se decía que habría más de 200,000 barriles diarios para surtir de materia prima al proyecto. Ahora Calderón, quien ha retomado el asunto, lo hace con una cuota de crudo, mucho más modesta, 80,000 barriles diarios y, critica veladamente a quienes ofrecían tres veces más. O sea, las cifras no son calculadas, cuando menos las de Fox. ¿Qué prisa hay para construir tal refinería? No se ve que sea para satisfacer necesidades de refinados en México, tampoco se ve que haya algún estudio del mercado centroamericano, tampoco se puede pensar que los países socios, obtendrían gasolina y diesel más barato que los del mercado internacional; en fin, que si el gobierno mexicano, es el único en la región que podría, por mandato de sus leyes haber formulado alguna planeación, y no lo ha hecho, entonces se puede concluir que Calderón ahora, antes lo hizo Fox, y los presidentes de la región, andan haciendo el trabajo que los cabilderos normalmente hacen. El proyecto es del interés de las constructoras y de las petroleras y los países centroamericanos se han metido en un concurso de ofertas para que estas empresas escojan el mejor sitio, lo que en realidad significa, más allá de ventajas físicas, geográficas o de infraestructura, que el gobierno que ofrezca las mejores condiciones sociales, el menor precio por los terrenos, los trabajadores más baratos y controlados, los impuestos más bajos, va a ganar el concurso. Calderón ya se salió aduciendo que en México, por ley no se puede intervenir, lo cual es cierto, pero lo que Calderón no dice es que él, igual que Fox, igual que Zedillo, igual que Salinas, lo que menos quieren, es fortalecer a PEMEX. Por eso llevamos decenios sin aumentar la capacidad de refinación, por eso llevamos todos estos sexenios del PRIAN, debilitando nuestra petrolera. En suma que conforme avanza la gestión de Calderón, como ya lo advertíamos en el anterior editorial, más negro se ve el panorama, energético, pero también el político, el económico, el de los derechos humanos.