Por: Adrián Lajous
Lajous, ex-director de PEMEX, hace un análisis del déficit de capacidad que actualmente tiene la compañía petrolera mexicana para la producción de gasolinas, opina que PEMEX debiera concentrarse en la modernización de sus refinerías existentes y abrir a la inversión privada la construcción de nuevas refinerías. También aborda la mejora necesaria en la operación de las refinerías actuales y finalmente, comenta las opiniones, que en este tema han expresado los tres principales candidatos a la presidencia de la república mexicana.
El año pasado México importó el 38 por ciento de las gasolinas que se vendieron en el país, proporción que tenderá a aumentar ineludiblemente hasta 2009, cuando menos. Sustituir eficientemente estas importaciones, y las que resulten del crecimiento de la demanda interna en el próximo periodo gubernamental, requerirá inversiones en nuevas refinerías por unos 10 mil millones de dólares. Este monto no incluye inversiones en infraestructura -terminales y ductos de transporte principalmente-, tampoco recursos que se tendrán que asignar a la reconfiguración y modernización de refinerías actualmente en operación, la rehabilitación de ductos de petróleo y productos petrolíferos, ni la construcción de plantas de proceso que permitan reducir el contenido de azufre en la gasolina y el diesel para cumplir con las especificaciones exigidas por los nuevos motores de combustión interna. La inversión total requerida en los próximos seis años por el sistema de refinación supera los 20 mil millones de dólares. La magnitud del esfuerzo financiero supuesto es enorme. Sin embargo, son aún mayores los retos que plantean la ejecución física, en un plazo razonable, de un programa de esta escala y complejidad, así como el desarrollo institucional que entraña. La sub-inversión crónica en este sector de la industria petrolera obliga ahora a resarcir el tiempo perdido.
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