(Lo que todos los mexicanos debemos saber, y con mayor razón los candidatos a presidente, senadores y diputados)
Por: José Luis Apodaca Villarreal
En sus múltiples iniciativas para apertura de Pemex a la inversión privada extranjera, los gobiernos federales han argumentado que la renta producida por la explotación de los hidrocarburos no se comparte, porque así lo establece la Constitución.
La matemática más elemental nos dice que la renta de una empresa es el resultado de restar de los ingresos, los gastos. El gobierno federal, apoyado por el congreso y los partidos políticos, ha encontrado la manera de repartir gran parte de la renta actual y futura de PEMEX, por la vía del incremento en los gastos, contratando servicios y deuda muy cara con grandes empresas trasnacionales. La paraestatal no ha optimizado los gastos para incrementar la renta y disminuir los precios de los energéticos, y México perdió la oportunidad de beneficiar a cientos de miles de empresas mexicanas y a millones de ciudadanos, consumidores de energía y productos petroquímicos.
Los gastos de inversión se han destinado fundamentalmente a la extracción de crudo, la exploración es baja y las reservas probadas han disminuido: Con el mismo ritmo de extracción tendremos crudo para 10 años. Para maximizar las transferencias impositivas se ha contratado deuda muy cara a largo plazo __en su mayor parte bajo el esquema pidiregas__ que en 25 años implicará pagar 3.3 veces el monto recibido; se estima que Pemex tiene una deuda de 145 Miles de Millones de dólares (MMD). Los beneficiados son los bancos que las financian y las empresas extranjeras que son proveedoras de Pemex, a quienes además caracteriza baja eficacia en la calidad de los servicios que ofrecen…
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