La Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, agrupación mexicana que defiende los intereses laborales y profesionales de un grupo de trabajadores de Pemex, que anteriormente eran empleados de confianza de nuestra petrolera, denunciará a Pemex el próximo 16 de diciembre ante la llamada Línea Roja, también llamada la hotline, del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC, por violaciones inauditas a derechos laborales, como las jornadas de trabajo de hasta 32 horas continuas, principalmente en la refinería Cadereyta, que los directivos de las instalaciones petroleras imponen a estos compañeros; también existen casos de hostigamiento en la petroquímica de San Martín Texmelucan.
La razón por la que este sindicato recure a esta medida extrema es porque la autoridad laboral Secretaría del Trabajo rompiera con las mesas de diálogo, así como porque la empresa reitera su maltrato a los trabajadores.
Tal parece que el origen de este proceder está en la incapacidad de los directivos de Pemex, que no logran organizar la producción sin recurrir a jornadas extenuantes de sus técnicos e ingenieros; también puede suceder que crean que al no ocupar las plazas de trabajo ahorran unos pesos de la empresa. Es obvio también que tales responsables de las plantas, son insensibles a los derechos de los trabajadores, así como a su salud; se siente como si hubiéramos vuelto a los tiempos del capitalismo del siglo XIX. También se deduce que Pemex carece -o no se respetan- las instancias internas de seguridad en el trabajo que por ley tienen la autoridad suficiente para supervisar y en su caso exigir que desaparezcan las condiciones insalubres, peligrosas, o la propensión a que los trabajadores sufran accidentes. Pero además, no parece que los jefes de las plantas sepan que el cansancio de los trabajadores es por sí sola una condición previa a los accidentes, los que en la industria petrolera, pueden ser de resultados catastróficos.
No podemos ignorar que en lo que va de esta administración, las instalaciones industriales de Pemex han sufrido múltiples accidentes, lo que pone en evidencia que las condiciones de trabajo se han deteriorado y que no solo afectan los activos y su producción, también, de manera fundamental, afectan la seguridad y la salud de sus trabajadores.
El Observatorio Ciudadano de la Energía, AC, exige que Pemex y la Secretaría del Trabajo atiendan los reclamos del sindicato de ingenieros y técnicos y que se aboquen de inmediato a la corrección de las fallas que han dado origen a los accidentes, de lo que ya estaremos ocupándonos.