LA PETROQUÍMICA, ELEMENTO BÁSICO DEL FUTURO, por: Ing. Alejandro Villalobos Hiriart
Nuestro compañero Alejandro Villalobos Hiriart, quien es ingeniero químico y maestro en economía, con más de 50 años de carrera profesional, es jubilado de Pemex donde fue funcionario directivo, además de ingeniero de campo, y también fungió como directivo del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
Sobre su propuesta ya conocida por muchos, de reconvertir la industria petrolera nacional, de ser solamente “productora de combustibles”, a ser una industria que pueda ser “palanca” para el desarrollo industrial del país y parte importante para la mejora del Producto Interno Nacional, nos presenta en esta ocasión, una actualización.
Este trabajo fue iniciado por petición de los directivos de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación CANACINTRA, quienes se ocupan de la promoción de la industria en México.
El trabajo del ingeniero Villalobos, es como él lo acostumbra, didáctico, para que se comprenda ampliamente lo que presenta, y, sobre todo, propositivo, con visión nacional de futuro, apoyado firmemente en la tecnología vigente en el mundo y sin duda, patriótico.
Las razones que impulsan las propuestas de Alejandro son ambientales y económicas, en el sentido de que es mejor orientar la industria petrolera a la producción de materias primas para otros procesos industriales, en lugar de únicamente convertir los hidrocarburos en combustibles, cuyo uso emite gases contaminantes y aunque generan energía ella es producida con baja eficiencia. Pero, además, contempla la parte económica: es conveniente tener petróleo crudo que pueda tener un valor de 70 US$/barril, equivalente a unos 500 US$/tonelada, pero, es más conveniente producir gasolina, que a un precio de 20 pesos/litro, equivale a 1,400 US$/tonelada. Pero es aún mejor, producir polietileno o polipropileno y otros petroquímicos, que según lo señala el documento, valen entre 1,200 y 1,300 US$/tonelada respectivamente, lo cual pudiera llevarnos a la conclusión de que estos precios son similares al de la gasolina, pero resulta que estos derivados del petróleo son materia prima indispensable para que la industria nacional a su vez produzca otros productos de mayor valor; y que además, no se destruyen quemándolos.
Alejandro nos lleva de la mano por la historia de la petroquímica, que tiene sus inicios en el siglo XIX, hace el recuento de los desarrollos tecnológicos de la industria mundial a lo largo de la historia, y trata de convencernos de lo bien que le iría al país si Pemex recupera su producción petroquímica poniendo la base para el restablecimiento de una rama de la industria nacional que puede influir en una mejoría de nuestro Producto Interno Bruto (PIB). Por último, queremos mencionar que no es menor el hecho de que el autor siempre dedica sus trabajos a los ingenieros mexicanos que han hecho posible el desarrollo de la industria nacional.