Nuestro compañero Jorge Bazúa Rueda nos presenta su trabajo titulado Breve historia del esquema de producción independiente de energía, primero de dos artículos que él escribió dentro del proceso de análisis que se ha dado en el Observatorio Ciudadano de la Energía, a raíz de la iniciativa de reforma constitucional en materia de servicio público de electricidad.
En este trabajo se describe como el estado mexicano, a través de la Comisión Federal de Electricidad, estableció “la cobertura eléctrica en todas las regiones del país”, desde la creación de esta en 1937, donde se inicia la construcción de centrales generadoras, líneas de transmisión y redes de distribución, lo que se refuerza con la nacionalización de las empresas eléctricas privadas en 1960 y adquiere rango de ley con la promulgación en 1975 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. Esta tendencia centralista se abandona con las reformas del sexenio salinista, en 1992, cuando se establece de manera legal la modalidad de Producción Independiente de Energía, “por parte de particulares”, para su venta exclusiva a la CFE. El autor muestra como a partir de principios de este siglo, la generación de estos productores privados, aumentan su generación hasta llegar a tener 1/3 del total de la energía disponible para el servicio público.
El artículo presenta la información de costos de generación de los Productores Independientes de Energía (PIE), tanto el llamado costo variable, que es función del precio del gas natural, como el menos conocido, llamado costo fijo, que tiene que ver con la capacidad disponible y que es el que permite a los inversionistas recuperar el capital invertido en la construcción de las centrales.
También nos trae una reflexión sobre como la alta eficiencia de las centrales de PIE, combinada con precios del gas más bajos que los del combustóleo, hicieron desde la llegada de esta modalidad de generación y contratación por la CFE, que su energía fuese de menor costo que la de las plantas de la CFE, y eso se buscaba con esa tecnología.
El trabajo concluye que la contratación de los PIE ha resultado en costos razonables, en un balance de costos y beneficios positivo. Considera que es factible suponer que esas centrales pudieron haber sido construidas y operadas por la CFE, con costos que pudieron haber sido menores, dado que no se hubieran incluido las ganancias de los inversionistas, aunque se sabe que los esquemas de financiamiento disponibles para la CFE generan mayores presiones financieras que los cargos fijos pagaos a los PIE.
En suma, un análisis muy pertinente, desmitificador y necesario en la discusión actual.
Lea o descargue el trabajo completo en: Breve Historia del Esquema PIE-JorgeBazua-2021