MENOS CARBONO EN EL TRANSPORTE, Por: José Manuel Muñoz
El movimiento de personas y de mercancías –al que en conjunto llamamos transporte– ha consumido hasta ahora una gran cantidad de energía y en la medida que esa energía provenga de combustibles fósiles tanto de manera directa como indirecta, es causa de la emisión de contaminantes, tanto los llamados Gases de Efecto Invernadero (GEI), principalmente óxidos de carbono, también de otros gases tales como óxidos de azufre y nitrógeno, asimismo combustible mal quemado o parcialmente descompuesto y partículas sólidas tales como cenizas y carbón no quemado conocido como hollín al que se le llama carbón negro[1], todo ello producto de la combustión. Aquí nos ocuparemos de las emisiones de contaminantes de tales sistemas, así como de los costos de los diversos tipos de transporte, tanto los existentes o más abundantes, como los óptimos o más limpios.
Modelo agotado
De entrada habrá que decir que este país se ha adherido a una lamentable decisión internacional que privilegia la movilidad a pequeña escala, con automóviles de uso particular y motor de gasolina, así como con sistemas de movimiento de mercancías por carretera a bordo de vehículos ligeros con motor de gasolina en ciudades y tramos cortos y de camiones, vehículos de motor Diesel que cuando mucho se componen de un tractor y cuando mucho dos carros llamados trailers jalados por el tractor, en lugar del ferrocarril, masivo por naturaleza, con decenas de carros jalados por una o varias locomotoras.